jueves, 9 de marzo de 2017

Peras de Rincón de Soto

Las variedades blanquilla y conferencia son las peras acogidas a la Denominación de Origen Peras de Rincón de Soto.
La forma tradicional del cultivo de las peras hace que se produzcan frutos con unas características que no se dan en otras zonas.
Estas prácticas tradicionales están actualmente apoyadas con modernas técnicas de cultivo. El cultivo se sustenta en un correcto diseño de la plantación. La poda y el aclareo de los árboles se realizan de forma manual como la recolección de las peras.
Pera Conferencia de la D.O. Peras Rincón de Soto.No se realiza riego de los árboles durante la floración y las fechas previas a la recolección salvo si las condiciones climáticas lo aconsejan y previa autorización del Consejo Regulador de la D.O. Peras Rincón de Soto.
Un técnico, en función del color, el tamaño, resistencia al arranque, la dureza de la carne de la pera y el color de las pepitas, autorizará la recolección de la fruta. Se realizará en dos pasadas. En la primera se recogerán los frutos que dan el tamaño autorizado por el Consejo Regulador. Luego se dejará que los frutos que no dan el tamaño crezcan y en una segunda pasada de los árboles se recolectarán. Los que dan el tamaño autorizado por el Consejo Regulador se comercializan bajo la marca de calidad de la Denominación de Origen Peras de Rincón de Soto el resto se emplea para elaborar zumos o mermeladas o simplemente se deja en el suelo.
El arranque del fruto se realizará justo en la intersección del péndulo con la rama, cogiendo el fruto de la base y tirando de él hacia el cielo. De esta forma, el péndulo queda entero, redondeado y sin dañar. Si se recolecta bien los frutos no se dañarán unos a otros durante la manipulación y el almacenaje.
La persona que recolecta las peras lleva consigo un calibrador para “medir” las peras. Sólo se cosecha la pera blanquilla que supera un calibre de 58 mm, y respecto de la pera conferencia sólo se comercializa la que supere los 60 mm de diámetro.
Los frutos serán llevados a las centrales hortofrutícolas lo antes posible (no más de 6 horas) y en “palots” de madera.
Una parte de la fruta se comercializa durante la recolección; el resto, es decir, la mayoría de la cosecha se almacena en cámaras frigoríficas de atmósfera controlada y se comercializa a lo largo del año.

(Cerespain)

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