jueves, 26 de enero de 2017

Chipirones en su tinta

La diferencia entre chipirón y calamar es únicamente cuestión de tamaño, el chipirón es el calamar pequeño. Son muy típicos en el país vasco donde son conocidos con su grafía como “txipirones”. Los más valorados son los capturados con anzuelo de forma artesanal, resultan más sabrosos y presentan mejor textura, pero son difíciles de conseguir y su precio es más elevado. Si podemos comprarlos frescos en nuestra pescadería habitual el resultado será fabuloso.
En España, el chipirón es el cefalópodo más consumido y extendido en cocina. Encontramos diferentes preparaciones a lo largo y ancho del país, dependiendo de los gustos de cada zona. Solemos llamarlos según su tamaño: “puntillas” los más pequeñitos, que suelen hacerse fritos y rebozados; “chipirones” cuando tienen un tamaño medio; y “calamares” cuando son adultos. Para esta receta debéis usar chipirones o calamares. Pueden prepararse de muchas formas: con fideos, fritos, rellenos, encebollados, a la plancha, en su tinta… pero una de las recetas más tradicionales consiste en prepararlos en su tinta, ya que ésta le aporta un sabor y olor más intenso al plato. Es uno de los pocos platos preparados cuyo resultado es de color negro por lo que causa gran sorpresa entre comensales extranjeros.
El chipirón es un alimento de gran valor nutritivo. Presenta un contenido proteico similar a la carne de ternera y un elevado valor biológico por su excelente digestibilidad. De él puede aprovecharse más de un 75% de partes comestibles, después de limpiarlos. Destaca su bajo aporte en grasas. Contiene proteínas como la albúmina, vitaminas del complejo B (B3 y B12) y minerales como el fósforo, el potasio y el magnesio.

(De rechupete)

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